Casi nada pero todo eso
Cinco minutos de crema escucha
cinco minutos de goce contemplación
cinco minutos de fragancia en la espesura
cinco minutos de los roces de mis yemas
cinco minutos de júbilo y degustación
y mi esencia, entera ahí
en ese tenso firmamento de estelas
contrincante yo, en contravía
al predicador, y a sus adictos
y al comerciante de óxidos
mas sumergido en vosotras, bien hondo
en vuestros vinos gran reserva del deleite
en la sazón dura que me emborracha
en el caudaloso río que de vuestra fuente mana
en la bulla de esa sangre que fermenta los abrazos.
Innegociable, ahí va mi vértigo
al agridulce refugio de vuestro paraje
con entera la ternura de mi inmolación
e incorruptible el vórtice
e intensa la trabazón de toda esa inmensidad
de los mil veces mil dulces de mi ferocidad.