Xoán Leiceaga Baltar

POESÍA

Fuga

Soñaba plácidamente blanco.
De repente un amarillo me sacude,
me arroja al sismo del calor.

En él me encuentro
con la epilepsia del sopor,
con el turno luego de la zambullida a ciegas
en mi solitaria sabana de la inquietud.
De pronto el sol se apiada,
desciende a mí,
me limpia,
sus rayos me animan a evaporarme,
a bañarme en el privilegio de su fisioterapia,
a penetrar en la libertad de su acogida,
a escapar por la aduana de su luz.

Después, infausto o fausto,
me golpea el ansia del regreso,
despierto, forcejeo, medio emerjo, gimo...
Íntima aquella nieve de inmunidad altísima.

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