Xoán Leiceaga Baltar

POESÍA

Ocho

«Menospreciamos a las buenas venturanzas.
Y sonreímos encima.»

Xoán A. Leiceaga

Me arrumba tu distancia vertical,
y me empuja hacia mi fondo,
hasta el confort de un hogar —lo fácil.
Inaccesible, escalo hacia tu atalaya, aspiro el silencio helado
me toco con anteojos y escudriño tu galaxia,
y manoseo, juicioso, en tu formato carnal —lo inexistente.
De vez en cuando me arrojas algún breve escalofrío,
brotan pétalos entonces entre mis dudas,
me conmuevo y voy veloz a encaramarme
en tu parábola oscura —lo impenetrable.

Como vahos sobre el vidrio
me humidifican tus rayos fugaces —lo insostenible.
Nuevamente se malogra la preñez de mis deseos
y ahí me veo, acogotado, por el pulpo de los fiascos.

Sobre el marco de mis huesos me soporto vacilante
y vuelo, inútilmente, tras la nube de tus huellas:
helado y ciego en sus cirros me pierdo,
inquieto en sus grises nimbos me pierdo,
en sus nítidos estratos aún me pierdo —lo inaccesible.
Desde el dolor a tu hueco continúa mi sudor
y, desnudo ante el laberinto, pervivo en mi cantinela:
«¡Coronación, es mi odisea con halo —lo inalcanzable!».

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