Xoán Leiceaga Baltar

POESÍA

Quince

«Solo son felices los amores imposibles...»

Darío Jaramillo

He decidido desencadenarme:
devuelvo la leña al bosque, incendio el auto
esquivo o salto sobre las bostas gigantes
de edulcorada cizaña.

Al otro extremo sé que estás
en tu inexistente ciudad, eres la estrella
de mi cielo imaginario, eres las ondas
de los mares trastornantes, eres el fuego
de la alfaguara de incienso, eres la diosa
de mi horizonte, eres el agua y mi tierra.

Firmes acá las tómbolas y loterías:
tétricas saldan las rosas falaces de color falso
rifan ardores y fuegos artificiales
canonizan a la caspa y a sus fervores.
Lo degradado incrementa lo a degradar
las vergüenzas ya castraron a la vergüenza
los duelos se despojaron del duelo
la inocencia es esqueleto de la inocencia.
La humanidad ya se irguió a fértil inhumanidad.

He decidido desencadenarme:
saboteo los estribos de mi anquilosis
recupero aquellos míos inviables vuelos a ti
reverdece mi viacrucis desde su hueco de amor.

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