... y Gemidos *
«Canonizante la lucha, la mía contra tu luz.»
Xoán A. Leiceaga
¡Oh gran reserva de fecundidad natural!
¡La fruición vive en la miel de tu carne!
¡oh almizcle de los suspiros adolescentes!
¡cómo ese tu ser mi dueña me premia!
¡Cuán penetrantes tus estallidos de luz!
¡qué fulgurante tu géiser de resplandores!
¡qué calcinantes las preces a tu aureola!
¡qué álgida es mi evocación sobre ti!
Los primordiales sollozos que me regalas
son aturullos sumisos y son aullidos
son el maná de mis hambres rabiosas
y acordes son de mis teclas sobre tu piano.
Crías la rima de mi incrédula liturgia
la epifanía del musical extravío
¡tus crías brotan del nido de los gemidos!
(*) Este poema es versión alternativa y posterior a «Gemidos».