[Dos]
Alientas dentro de la valva blanda
que te salva de la cueva de los afanes
y lentamente te guía a la luz.
Inagotables nutrientes
son sus caldos naturales
y es fogosa iglesia del buen letargo
el armazón que te arropa.
Y tú ahí, en duermevela hacia arriba
creciente sin darte cuenta.
Y ahí vas, de tanteante serena
y ascendiente picoteando en el nido
que ya es tuyo para siempre.
Candela vívía entre los asombros de su año nuevo. / Fig. Candela 1