Pátina sobre Acero - 5
Se te ve detrás.
Delante está el engranaje cegado;
se ven los dientes que nos trituran
en el submundo, muy bajo tierra.
Quizá,
en pleno vicio del Carcelero
y aun con tus yerros en la batalla,
habrías logrado librar
del hechizo inquisidor
a tu doble V, y del espanto a tu imagen.
O quizá
todo es falacia de sus espejos.
Pues entretanto, la maquinaria persiste
en su rechinar y crujir, colmillos dogma
contra tu hermoso desequilibrio,
en otra nueva exhibición, santificada,
del horror del Gran Teatro.
Fanáticos son sus dientes,
constancia que nos mastica y escupe
hacia su terrible encierro.