g-6 [Has tenido que...]
Has tenido que crecer hasta tu otero
—puntiaguda lontananza
cruelmente sabia y jamás galante—
a cumplir con el deber, tu reconquista:
portar la antorcha de la desnudez
a enterarte de tu caos:
que tu conducta naufraga
entre las nubes oscuras
de tu hipotálamo
a enterarte de tus riesgos:
que tus tiempos se despeñan
sobre las aciagas grietas
de tus lóbulos frontales.
Has tenido que elevarte
a esta sentina
para un estudio punzante de tu valor
y de las tercas desavenencias, resbaladizas
entre el árbol y la leña
entre la leña y las brasas
entre las brasas y sus humos y cenizas.
Y con tu cruz, has subido a refugiarte
en los túneles
lúcidamente, al rescate de tus ojos.