Xoán Leiceaga Baltar

POESÍA

t-25 [Tus huellas...]

«El hombre, horror a manos llenas.»

Blas de Otero

Ves tus rodadas, cada vez más temblorosas
encogidas sobre su propio susto
que lentas mas decisivas, ya te marchitan.
Ves nuevas huestes de aún lozanas pisadas
y cómo, al mismo tiempo comienza
otro viacrucis a tu cíclica molienda.

Ves el veneno de las procesiones de luces muertas
y otras arrugas, en ti avanzadas, ya grietas
desde su impotencia observan
mil surtidores de tratas, mil sangrientos lenocinios
mil pestes: a veces de cucarachas, a veces ratas.

Al lado ves, cómo arrojan el peñón de su dignidad
contra la tejas del hijo, el ya hecho o el por hacer
y no puedes evitar que te encadenen los posos
colonizantes, incomprensibles, de la atrocidad.

Son incansables tus evocaciones
e inútil tu penitencia, frente a las sombras
que te alumbraron desde unos clavos en cruz.
Los horrores más y más se derraman sobre ti.

Volver