t-28 [Te han arrojado...]
Te han arrojado a los ojos
sangres vertidas de carne latiente
y alientos ya desgajados de sus harapos.
Cervatillos eran y son comida
de piedra fría.
Las muelas de las serpientes
velozmente han proclamado
a enormes voces
que no era aquí
que sucedía muy lejos.