Xoán Leiceaga Baltar

POESÍA

Flirtea conmigo

«La luna ha estado siempre en las ventanas...»

Joan Margarit

Es el albur quien decide
que es momento del buceo
o que mi reuma descanse.
Mi olvido, servicial e interesado
sacrifica a lo rancio de mis yos:
se anula el bélico estruendo de mi reloj
brotan renuncias a mis arrogancias
y se me sube la savia de la adicción a tu tallo.
La luna tañe las campanas de la luz.

A pesar del elocuente foco de plata
de las flacas barandillas y de la tan dulce sal
—forzamientos del azar—
frondosa tú, mas con tus escoceduras en plenitud
utilizas el pretexto de la hora.

Ante mi sino desconsiderado
lo sombrío que derrota a mi posibilidad
mis hojas sueltas se encuadernan como libro
e inmóviles se reiteran, como si estampas
como si órdenes de un mapamundi que atento
busca anular otra vez
los belicosos estruendos de mi reloj.

O la versión anterior

No flirtees

«Interesada, se mueve lenta la luna
o se te oculta.»

Xoan Leiceaga

Cuando el albur se decidió por flirteo
mi reumático mundillo se batió con retirada.
Nada de convocatoria oficial
ningún reloj estorbando
nada de drogas ni de campanas volando
nada de ofídico acoso de preces
ni de mi predicamento arrogante.

Solo tú, la exhuberante
a medida, o eso creo
que una duda ascendía por tu tallo
todo rompiste con la disculpa de la hora.
Fue cuando, lívido el foco de luna
e improtectoras nuestras barandillas
tus órdenes conminaron como un azar.

Desde ese entonces, extravagante
aquellas mis hojas sueltas se juntan
y te reclaman con gritos, desde el silencio
del mapamundi al que me acojo.

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