Xoán Leiceaga Baltar

POESÍA

Las nubes tapan el cielo

«... y yo no sé volver...»

Joan Margarit

A estas alturas todavía me examino
¿será verdad
que nunca he soñado con un mercedes
ni mucho menos con los coches de carreras
ni aún con yates ni con submarinos
ni siquiera con armanis
ni zapatos musicales?

Sumido en la incertidumbre mi pasmo sigue
y a estas alturas se indaga
si he soñado por doquier del mapamundi
o si fue apenas
con sempiternos los dos pechos de ella a mí
e inagotables sus bríos
y reincidentes sus besos de luna y luz
y todo en su a quemarropa, y a mí las llamas

Y en yendo contra la fe
la intemperancia asentada en su hueco
su intransigencia ante mi lasitud
y su compunción por tantos sabrosos
pecados desperdiciados.

Y al cabo sorbo el porqué de su negra claridad
es que en el cielo el invierno es perenne
y el vademécum de sus absurdas verdades
es un volcán de mentiras.

O la versión anterior

Un cielo sin nubes

«Tal vez mejor no saber volver.»

Xoan Leiceaga

A estas alturas del curso me digo
¿será verdad
que yo jamás he soñado con un cochazo
ni con una avioneta descapotable
ni aun con un yate de cien mil caballos
ni siquiera con llevar uniformes a la moda
ni tampoco con zapatos inteligentes?

¡Ya sé, se condena a la verdad a no existir!

A estas alturas del curso me digo
¿será certeza o su duda
que eternamente he soñado con lo remoto
con lo imposible
con su par de senos en propiedad
con cien mil besos que con la luna renacen
y con la furia incansable de sus abrazos
y todo ello de mujer que vive en llamas?

¡Ya sé, se condecoran mentiras con ser!

Y en estos lapsus me digo
¿será verdad
que hay algún cielo sin nubes
o me engaño que es lo mismo
porque tal vez la única huella solvente
es del cariño de la incertidumbre?

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