Xoán Leiceaga Baltar

POESÍA

Miopía casi voluntaria

«... ha sucedido algo terrible.»

Joan Margarit

Inoportuna a mis ojos, buscas tu resucitar
oh seda de la agonía
de lo que yo bautizaba capacidad de sorpresa.
Que no sé por qué al globo de tu tálamo
en amarrarme te emperras
ni aún a mi alma por qué con tu horizonte golpeas
ni a mi materia con tu regalo de piel.
Que no sé ya ni por qué seráficamente insistes
a mis ganglios zambullir
en el ovillo reseco que nombras limbo.

¿Es que no ves
que nueve décimos de tu racimo
se pudren contaminados por el décimo invencible?
¿Es que no ves
que es por tu brújula misma
por donde el alba me apaga
y siempre por la contraria me enciende?
¿Es que no ves
que limpio no queda ya ni apenas aire
ni apenas tierra
y detrás de los meandros las aguas bajan más sucias?
¿Es que no adviertes
que todo tipo de ratas se nutren ya en esa alfombra
pero no se dejan ver?

Terrible es, emperrarse en no sentir
esa carcoma creciente que edifica lo terrible.

O la versión anterior

Duro no ver, y duro ver

«... que se ha encendido otra luz.»

Xoan Leiceaga

Fuera de tiempo despiertas, o intentas
a mi difunta capacidad del asombro.
Y es que no sé por qué en tu mecedora
te empeñas en asentarme
por qué a mi alma la mimas con su vaivén
por qué mis piernas las cubres con esa manta.
Es que no sé por qué tu naturaleza persiste
en recortarme las alas pero no mi raciocinio
o en enviarme a la cárcel inexpugnable
a la que tú llamas limbo.

¿Es que ya sientes que tres cuartos de los nuestros
explotan al otro cuarto, lo arrasan?
¿Es que ya palpas que se repite la misma rutina
por donde el albor del sol nos apaga
por donde el albor lunar nos enciende?
¿Es que ya notas que limpios ya no nos quedan
apenas tierra, apenas agua, apenas aire?
¿Es que ya oteas nuestro horizonte
lo aciago de los gusanos o las cenizas?

Sí, lo terrible es despreciar por perenne
el humo negro que construye lo terrible.

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