No es el dogma
«Canciones infantiles que hoy me dan...»
Joan Margarit
No es el gran dogma, no son sus cuevas
no son sus siglos de granito oscuro
el origen de mi hedor
sino el todo otro, tan siniestro y sibilino
planificado, tan berroqueño y vacío:
reiteradas mascaradas en ese circo sin circo
relatos infantiloides para maduros bonsais
espinazos encorvados que oculta el humo
sumersiones en el hueco genuflector
y esos erectus et rictus bajo las fauces
de púlpitos y tribunas...
y lo cetrino que anida en los cirios
las virtudes de cartón que asfixian la clorofila
los acordes amarillos de la música farsante
las verdes exuberancias cohibidas antes de...
Pero ante todo, es la causa de mi horror
el amor asesinado
con el que ahí se extorsiona.
O la versión anterior
La música celestial
«Mañana dogmas también.»
Xoan Leiceaga
Hoy no es el dogma
ni sus demás infantiles canciones
no, no es tanto el dogma
son sus jardines con flores de oscuridad
no, no es justo el dogma
es su trinchera, esa alerta eternidad:
payasadas de payasos de negro
sinrazones de mayores menores
estreñimientos sin desahogo
rodillas arrodilladas alegres
amenazas de otro mundo similar.
No, sus sustos ya no me asustan
ni sus ropajes ni su música banal
ni la muerte que vive en sus cirios
ni el otro humo que ahoga igual
ni ese odio que asesinó ya al amor.