Xoán Leiceaga Baltar

POESÍA

El nihilismo acecha

Volatinero en sus filos, te ves cumpliendo el deber
vas abriendo las cortinas de ocultar la decadencia
tropiezas contra su sombra, te atrapan sus certezas movedizas
¿serán sus lodos o tus propios ojos largos, lo que deslumbra? /
dudas si su alud te ciega, o te presiona un glaucoma
ves como la deyección niega ya el paso a la luz en tu sima
el solitario lugar donde son libres tus inútiles palabras.

Ves pintada la virtud en su savia, con la tinta de sus vicios
que sus valores, molde evangelio, se desmoronan – usas vejiga
ves sanguijuelas sobre su progreso, y más siglos de quincalla
que la bestia podredumbre ya confecciona inhumanos en serie
ves más oscuros sus globos, y más siglos de envilecimiento
que nadie asume su afán por el detritus que todos devoran
ves la inmundicia de blanco, untada con cal de resignación
e inyecciones nuevas de humo que resecan la sequía – usas sentina
ves el ágil vuelo de la pereza, hacia la cumbre del monte vacío.

Aún ves, el celestial hundimiento de lo que fue mentón firme
acopias tus antiaxiomas, nutres lo noble de tu escepticismo
luchas por más decadencia de lo que ves decadencia homicida
—cloacas finas, huecos obesos, morbos de barato hedor...—
te enfrentas a la papilla de las esterilidades, vano optimismo
bregas por perfeccionar las salubres malicias ejemplares
las que te borran el tiempo perdido, las que cocinan placeres
las que impulsan tu ascensión a los desmanes benditos
y las brisas naturales del glaciar que hierven en su candor.
Buen desertor, van mis cumplidos a tu misión imposible.

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