Xoán Leiceaga Baltar

POESÍA

Imposición de cataratas

¿Por qué nos venden un hacedor, feroz e inútil?
La ciencia combate contra conciencias inoculadas
y su sapiencia es traición contra los extraterrestres
y abismo para el rencor de su base comercial.

¿Por qué crean el titán que degrada la emoción?
La belleza no se inmuta con los sentimientos tuertos
y su elegancia es presidio para los superhumanos
y caverna contra la triquinosis de sus tenderos.

¿A qué viene maquinar sobre un dueño que se aburre?
La fantasmada de la creación es un insulto a ese gas
al que ocupa un semanario parir mundos tal cual este
y engendrar seres humanos tal cual nosotros
con neuronas perezosas y sin vergüenza
con sangres indiferentes a las pieles diferentes
a los que ofrece un pretérito edén para un futuro imperfecto
y sin nunca aparecer les duramente castiga la duda
que les arranca costillas para sobar los bostezos a duo
pero condena a los que comen manzanas
que obsesionado con los genitales se cubre oscuro
que se arma un lío con eso de procrear
pero a un hijo idealista lo envía para pulir su montaje
al cual autojustifica con milagrillos pompas de jabón.

Con todo eso nos abruman sus mercaderes de piedra
amenazando con la letanía de pecados inventados:
un poder artificial en el hielo firme de la comedia.

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