Xoán Leiceaga Baltar

POESÍA

Nociones de moral

He asistido a una función de las catacumbas artificiales
tocaba el sermón de la moraleja, me habían dicho
no estaba dios, ni de invisible; claro está, sí sus banqueros
bocas abiertas, como si fueran buzones — te cuento.

¡Qué pocos! —gruñía el guía—, ¿en dónde los neandertales?
si donamos lo mejor de nuestro bien – el lujo eterno
y a cambio de tanta aurora patente, apenas la caridad /
la bondad es mal negocio para nosotros — sudor de buitre
la intolerancia nos nutre y la gozamos — alba de tigres
nuestro credo es no entregarnos — preces de zorro /
los uniformes, consciente mal, bien encajados — te cuento
sentían sin corazón y con vejiga, soñaban solo en su ahora
sin escoger, optando a su bien con manchas –las borran
¡qué firme base, es y fue, esa goma inverosímil que limpia!

¿Acaso es malo el confort de fisgar por superficie
o venerable solo es el afán de hincar el ojo en el fondo?
¿Acaso es buena cuál salud, y malo cuál malestar?
¿Acaso es buena servidumbre cuál, y mala la nieve cuánto?
¿Y la abundancia y sus garras?, ¿y las masas o la higiene?
¿Acaso es bueno el bastón y cerriles nuestras mentes
y excelente el bisturí que corrompe a la inocencia?

Todo del bien, o de su mal, fue alegría de la vara:
de ahí descarga el tropel su cáliz de mansedumbres
mejor el mal de esa cura que la ciencia de otros diablos
traguen la lista de nuestros remedios — repite el ángel /
¿por qué es tan malo el hozar en los lodos virginales
o también en las alturas azules, u otros vacíos? — ¡cuéntame!.

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