Xoán Leiceaga Baltar

POESÍA

Notas sueltas para un poema

¡El nuevo abecé...

Virtud es operarse de remilgos y enaltecer al sicario
acabar con pacifismos, destruir sus melodías
grosería es educarlos, más eficaz enfangarles su nieve
van contra nuestra avalancha, ¡qué horrible vicio!
y el fratricidio si es nuestro, es suma beneficencia /
El latir de nuestra estrella fugaz, nunca en serio lo expliquemos
minuciosos vigilemos a los reacios, cortémosles siempre el aire
turbemos la inteligencia, volverla tosca, mejor pudrirla
demolemos con aludes, las inocencias del hedor sentimental
violemos a esa ralea, que no nos traga ni mama, ni manda
de esclavitud infectemos, con diarias dosis en las galeras /
¡Empantanemos la luz, asfixiémosla en nuestra zahúrda!

... y aún aquel abecé!

Las esperanzas en un albedrío, merecen agrios castigos
también la pasividad, activa o no, ¡ese escudo de cobardes!
la rebeldía, o una cándida sospecha, tendrán látigo y mazmorra
la marcha atrás es eterna condena, ¡ay docto afín si colapsas!
¿Nuestras náuseas?, las que son de calidad nos enriquecen
¿nuestras mentiras?, son la absoluta verdad, ¡y sumo el premio! /
Los robos en cajas fuertes, en las baratas, entrañan cruz inmediata
la disciplina bastón es ágil norma, y se merece una loa
para los ojos que suben al reojo, está la hoguera, y a toda llama
las ejecuciones regresarán, a la cumbre de los espectáculos
¿el suicidio?, solución para obstinados, y asista nuestro sigilo
¿y los poetas?, insensatos venenosos, tendrán medalla de putos /
¡Es inútil husmear: el cielo, único, lo tenemos patentado!

(Continuará, si pervive el esquimal...)

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