Xoán Leiceaga Baltar

POESÍA

Número 97

Has reabierto el carcaj de mis arcanos
me has convertido en el arco
de palabras incendiarias que son flechas hacia ti
que nunca buscan el blanco en tu nieve
sino en tus fuegos ocultos
y en la impaciencia nocturna de tu rubí /
Viejas cenizas, nerviosas huellas de vieja hoguera
de nuevo brasas fogosas
de nuevo vivos renuevos, gemas que brotan
otra vez yemas en flor y otra vez cáliz de piel /
¡Qué intensa lluvia, lo que anhelaba
la sed de tu redención!

¡Oh, qué adolescentes aquellos sentidos finos! /
¡Qué inevitable mi arrojo al nido de tus ensueños
al flujo que arde en tus venas
al rechazo radical al color gris, y a sus matices! /
¡Qué ansias en mi reloj: al fin llegar a danzar!

Incesante me achicharra el vaivén de los deseos
y me remueve el tañer de tu campana
ese imán que hace girar a la vieja pubertad. /
Mas, ¡ay, qué religiosa, qué lenta funde la nieve
de la verduga esperanza!
¡Ay, cómo se alía con esta barra de hielo
que me conduce a horizontes que apagan el sol!
Pero también, ¡cómo combate este cubo de fuego
que me achicharra con su realismo
y me seduce, con otra vez tu secuestro!

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