Xoán Leiceaga Baltar

POESÍA

Semana de suciedad

Su fetidez nos tenía anestesiados
y su odio, odio escondido bajo lo oscuro.

Han inyectado el sopor en el milenio
preparado siete vallas, con facas
colocado siete fosos, con heces
arrojado siete bombas, con gases
dispuesto siete desiertos, sin agua
incluso electrificado las almas.
Han sofocando el albor, del licor propio.

Sucio era el sol de sus amaneceres
sucios su pan y su sal
muy sucias las avenidas, y el decorado
sucias no tanto las viejas callejas
sucio lujoso el de sus restaurantes
muy sucias sus festividades sucias
sucísimas sus orgías, y el decorado
y extremadamente sucios sus cultos.
Y solo limpios algunos orgasmos, de afuera.

Sucia lejía amamanta, a los humanos
sucísimos son los aires, del gran pastor
infieles desaseados, sus perros
terriblemente cochina, su piara.
Su adentro limpio, el del rebaño insalvable.

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