Xoán Leiceaga Baltar

POESÍA

Sismo en los reinos

En el otoño repican temblores que les obligan a pestañear /
en su engranaje — embragar el alma al soma, no el soma al alma
y en la cordada — combatir con la ansiedad y el virus de la certeza.

***

Ronda cerca una avalancha que sepultaría el aire, sus aires
y la intemperie mutilaría su altura, con su afán a punto de extirpación /
firmeza fue su doctrina, hostia vil su elevada institución
truenan avisos de opuestos asentamientos, hora es del riesgo condena
no creen, saben creer, que otros les hincan sus clavos de hielo
palpan la fuerza en su debilidad, estudian una derrota fugaz.

¿Él es león?, ¿lo presienten o está fofo, entre su globo y la nada?
serenos iban desde su invención contra los duendes ajenos
su polo norte es ficción de la calma, el sur es polo de su tempestad /
oscuros, abstractos sobre esos tumbos que suben–bajan
parecieran flotadores a merced del oleaje extranjero
o bien náufragos, con salvavidas seguros que se desinflan

no es lo mismo tener hiena que coloniza, la endiosan
que perro de un mundo colonizado, lo demonizan /
le retiran las virtudes del mal, lo adornan de diablo pobre
degenerando, retrocediendo, desnutriéndose
con los ojos arruinados lo ingresan al tanatorio de las agonías
y a la deriva lo arrojan a la fría perversión de la fe que nunca fue.
Y así, predestinado a excrementos, es el aroma racial de las estatuas.

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