Tranquilos, todo va bien
«Jamás construyas azotes, ni de domar ni adornar.
Mantén a la vista aquel, que a ti domó.»
Xoan A. Leiceaga
He visto fustas en los parlamentos
las he visto en los cuarteles, y en las cárceles
las he visto en los conventos, y en los púlpitos
las hemos visto, ay, en las escuelas, y sobre sus mapamundis
las hemos visto, ay, en los asilos, y en orfanatos
también en esas manazas, sin ojos, de muchos padres
las he visto en los palacios, y en los sepulcros
no las he visto en las cuevas, ni en el fondo de tu sima
no las he visto en los ríos, ni en el furor de los mares
ni nunca en lo alto de las cordilleras
no las he visto en las nubes, ni siquiera en las tormentas
no las he visto en los sismos, ni en los aludes
ni jamás en las cloacas, ni siquiera entre sus ratas
no las he visto en los nidos, ni aun de cóndores
ni jamás en el abismo de los escualos, ni entre las hienas
ni en árboles de los monos, ni en suelos de las culebras
no las he visto en tu cima, ni en la raíz de la Tierra
he visto los sacrificios de amigos, e incluso de hijos
he visto la destrucción y la ceguera, y la orgía del después
el sí fugaz de las copas en poda, aunque no el de la raíz
no he visto verdad en mitos ni en preces, sí en la tristeza
nunca en eso que me ordenan, de cumplir con su deber /
En su máximo esplendor, al fin contemplo la humanidad.