Xoán Leiceaga Baltar

POESÍA

Sábado - Penumbras

«Al fin, ella se dijo que no podía dar órdenes
a sus sentimientos.».

Milan Kundera

Los animales no admiran a sus retoños
los abandonan y olvidan o incluso explotan
del hermano nada saben ni siquiera del olvido
y al animal en su celo lo gozan como animales
ni el instinto de existir logra ofuscar su avidez
la ambición de ser estrella o hueco negro.
Los animales detestan ser asteroides
y sobre todo detestan ser lo que son
átomos por pequeñez y planetas por esclavos.

Los animales no estiman el sentimiento
ni la yerba ni el abono
ni aun el aire ni la lluvia
no estiman el río ni el mar
no estiman el bosque ni el nomeolvides
no estiman las umbras del sol
ni el solitario vagar de la luna
ni a ella estiman
ni se arriman a su esencia ni a sus luces ni a su cruz
y solo aprecian su propia estrechez.

Los animales animales de verdad
son inmunes al amor excepto si es destrucción
andan parados por tierra por miedo al miedo
y al exterminio caminan con su oscura untuosidad.

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