136
El antípoda extranjero
insumiso
se enorgullece
en alerta permanente
de la gravedad de su zurrón.
137
Espantosa es su ansiedad por quebranto del zurrón.
Sabe que es parte esencial de su ser.
Sabe que era su reserva.
138
Sea por golpe o fatiga, por pérdida de su gibosidad
el extranjero, a diferencia del indígena
queda incompleto, deforme
como un aborto.
139
La quiebra de su zurrón
crea un hueco
el vacío irrellenable
su uniforme del espanto.
Ha sido consolidada su salvación
ahí comienza la agonía de su desaparición.
140
Ese que fue el extranjero
uno que fue Uno
se degrada
desliza
de puntillas
del Uno al Cero
en descenso irreversible.