196
Parroquianos abonados
que alimentáis el circuito de la náusea.
Coautores reiterantes de esta venenosa realidad
óxidos que provocáis vuestro propio y el impropio suicida azar
y amamantaís los destinos con la inconsistencia.
197
Fusilería sicaria de la útil ortodoxia con los milagros ateos
y los caricatos de paja del humor y del dolor.
La enajenación es irreductible.
198
Óxido definitivo
al camposanto sosegadamente
al pantano amurallado de los corderos alegres.
199
Masa lechal condenada a las infancias.
Son duraderas las anteojeras, el nuevo número repite viejo
series de repeticiones de lo mismo encadenado
pedagogía del hueco con sus cáscaras
didáctica visual con cegueras
uniforme de verdades.
200
Acaso el Rector se hace invisible tras el humo de su hoguera
y mientras crea tal vez las ilusiones ilusas.
Acaso las ilusiones, jaleadas por la endemia de la asistencia
sean el propio Rector y su ateneo visible.
Acaso las ilusiones, no sean más que la exhibición creciente
o sea el filo que aisla el parto de su dolor.