Xoán Leiceaga Baltar

POESÍA

81

Te he escrito un millón de palabras, abuso de redundancia.
Pávido, sé que margino la palabra extrema
la única que tú añorabas leer.

82

¿Cuándo por fin, te quedarás para siempre?
le pregunta la playa a la marea.
Un halo, universal.

83

Los verbos consumación suspiran tras su horizonte.
Sueña el viajero con allende sus límites
con escudriñar su abismo.

84

Meditada, ¡qué honda es tu voz!
Tu insomnio me incita a ser centinela, de vos
y me revela qué poco merezco, apenas medalla de charlatán.

85

A veces nos comportamos frailunos, igual que el embaucador
con sus caricias que nos emancipan de la dignidad.
Así jugamos, incluso contra tu sangre.

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