Xoán Leiceaga Baltar

POESÍA

Capurganá, fruta morena

Bruna señora, solidez de dama fina
sin conocerte te reconocí, igual
que la costa verde que por cortés sigue ahí.
Sois ese tanto atractivo, que debería...
mas, qué triste, nunca tal vez llegue a ser.

Seguro que en el isleño morral, acumuláis
bajo el espeso talante de selva
esmeraldas y esmeriles, fatales en hervideros:
la rabia con sus connubios, su rajadura y tatuajes
altibajos de atropellos, con sus andrajos
y revoltijos, todos por orden.
Apenas me ha envejecido el asombro
y aun escruto los vestigios, y la ignominia
de los diezmos y primicias contra pieles de azabache.

Sobre mi mar flota tu ausencia, y aquel calor se ha caído
sin embargo en mi humedad, la de los iris
asomada tras tu luz, se hospeda mi turbación.
Y, adentro, rebullen aún rebeldías del resuello:
tus alborozos, tu trascendencia de carnalidad
y mis zumbidos, de añorada agitación interrupta.
Miel espantada en mis labios es la aflicción
y mi vergüenza la huida de tu dulce eucaristía.

Capurganá (Colombia): Vigo, 6mar05

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