Xoán Leiceaga Baltar

POESÍA

Dispendio resistente

Incluso con tu disfraz marmoleño
de monja
en pleno incendio del carnaval
abriste tu mar a mí.
Ya pude verte, aunque confuso, al cabo clara clara
sin el oscuro uniforme de rígida moribunda
y pude verte, aun indecisa
pero ya reina, subida a tu pasarela
sobre el prodigio de tus aguas sonrojadas.

Pude verte, no tocar ni ser tocado
pero ya sabio de tus fundamentos:
esos ángulos que rezuman magnetismo
y la insólita inmanencia que te acentúa.
Y escuchar pude tu voz cadenciosa
de excelsa cuna
sobre mis ávidos versos, los bulliciosos
y sondear en las bombas de calor, arrulladoras
que son tus palmas
ya liberadas de la humedad del recelo.

Todavía hembra de frío, aun atisbando extravíos
aun tus poros exudando la dualidad del deseo
aun navegando sobre el terror al vacío
y el iluso bienestar de la costosísima castidad:
mas no escarpada, y acercándote al delirio
¡cómo caza a mi hojarasca tu fermentar!

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