Xoán Leiceaga Baltar

POESÍA

El Cielo de la Selva

«No sé si existe Dios, pero para Su reputación
sería mejor que no.»

Jules Renard

En el vigoroso influjo de la rutina
nos encumbran voluntarios hasta El Cielo.
Y allá nos vamos de tropa, entre fiel y displicente
en huecos trotes tras un risueño timonel
y portando ineludible el bostezo de las fotos.
A la zaga voluntaria sube una leva,
piel lampiña y sus lombrices
vaciada de venturas, condumio incierto
y pintada de inconsciencia su arcana desilusión.

Atravesamos
asilvestrada una flora de paz, lianas de trocha en trocha
y un río, trece meandros hambrientos de cieno.
Y encontramos
a los soles eclipsados, a la clorofila esterilizada
y ya mohosos los mutis de los ángeles.

El sol no puede con la oscuridad
las noctilucas no laten en esos fangos
y en este humilde y apagado vergel
tampoco fermenta el semen de ningún Padre.

Capurganá (Colombia): Vigo, 27mar05

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