Xoán Leiceaga Baltar

POESÍA

Gracia [iii*]

«... como un reloj sin relojero.»

William Gaddis

A Vos y a más, tensa y devota va mi hibernación
amorosa subversiva contra la inercia y la amnesia
ayuna siempre de laberintos y sumisiones
y de fugas o serrín, y de humo o griegas calendas.

Animadora, con tus luciérnagas de lejanía
aspergedora, de acordes y temporales
propietaria de la magia, de su batuta y su ritmo.
Y yo estallado por trombos que me provocas
nutrido de escalofríos entre tus brasas
y de seísmos por lo inexpugnable de Ti.

Desde la sed del confort, incontables veces
he partido a vuestro acecho, esotérica Señora
y al suicida crepitar de mis instantes de soplo
con siempre el mismo morral: juego y plegaria.

Vuestro regazo: aparato eléctrico con arco iris.
Mi angustia: la terrible soledad de mi pluma.
Más el reloj: campanario sin campanas.

O la versión anterior

Gracia [iii**]

«Relojero yo, vuestro el reloj.»

Xoan Leiceaga

Hacia Vos va mi letargo, intensamente devoto
rebeldemente va tierno, en guerra con la desgana
abstenido de escondrijos y de estrategias
de escapes y humos, e incluso de calendarios.

Nutrido, en exclusiva, por tiritonas
que en mí engendráis con vuestras brasas
por los estremecimientos
que generáis en los nudos de mi sangre
por la ansiedad que deriva
de lo vuestro inalcanzable, don de la cima.

Luciérnaga me invitáis a vuestro horizonte verde:
borráis mi niebla con un temporal
me aseáis con granizadas de hechizo
me guiáis con el compás de la batuta.

Eléctrico horno es vuestro regazo
suicida es el crepitar de mi sed
y anhelo es mi incontinencia de Vos:
e innumerables las veces, oh Señora del Misterio
desde mi árido confort me he abalanzado.
¡Qué Madre vuestra graganta, qué enano mi eco!

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