Xoán Leiceaga Baltar

POESÍA

Infausto hoyo

Resido vecino en la calle Hojarasca,
añorando aún aquellas celeridades,
enredado aún en sus pizcas turbias,
hostigado aún por flecos del placer ido.
Mi osadía reside ahora en el silencio
y en algún que otro imago de zumbido zz,
dulzón retoño de insidioso pico.

He embadurnado con sábila el antaño
y la sección magullada prolijamente,
pero el efecto se quedó en pavesa
y mi condición sigue viaje a la caducidad.

Mi extrañada concubina, hoy ya sor, y yo
sabíamos que no se recompone
el gozne que la artrosis muele
ni la espira fatigada del electroimán.
Sí, en lo imposible todo es cruel,
y no hay estelas ni retorno a las especias,
ni a aquel macanudo juego, moroso,
de los dos zorros que nunca lo fueron.

Apenas hoy, mis pulmones arrugados
pueden sino entregarte mis harapos
en forma de un desinflado lo siento,
envuelto en mi papiro de vergüenza.

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