Xoán Leiceaga Baltar

POESÍA

Peregrinación al árbol

Podas heladas como guardaespaldas
tormentas como bocinas maleducadas
y mentirosa la lluvia de la acidez:
El paisaje que golpea tu dignidad.

Hincado de pesadillas tu cepellón
torsiones sobre tu tallo desnudo
y pegajosos andrajos interminables
en la mitra de tu copa:
Los ecos que martillean sobre tu ahínco.

Atornillado a esa espasticidad
toca a rebato para que acudan
a tu presidio o a tu meca
los que aún resistan ergonomistas.
Y que su fidelidad sea ambición
sólida y grácil como es tu columna
y tus raíces solvente arenga
y tus pétalos convocantes de aguanieve:
mecenas y sabio abrigo
del palo santo de la dignidad.

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