Xoán Leiceaga Baltar

POESÍA

Artesanía ida

Oficio no son
—en el largo censo
de apestados
por la monserga—
sus andanzas
las meadas de su perro
ni sus deyecciones.

Oficio no es
—en la fría lista
emperifollada
de la monserga—
el tinte de sus plumas
lo hueco del caño
y el pavor de lunes.

Oficio está
—árido el padrón
de guías sufridores—
en su guano de ave
y fósforo y nitrógeno
de sus humedecidos
castillos de arena.

Oficio no está
—en los registros—
o mohoso está:
larga esclavitud
y escasa cólera.

Volver