Xoán Leiceaga Baltar

POESÍA

Fosca contra sol

Redobla inflexible el tambor de la penumbra.
¿Será
que la raigambre no enlaza el verbo compartir?
Será
que nada quiere saber de escaladas
ni de suspiros o inopias en la cumbre
ni de descensos ni tampoco de sus fallas
ni de ambiciones enteras ni de poderíos
ni del acoso ubérrimo de las ventiscas
ni de la opulencia de la entrega sin condición.

Menos mal, en ese así aún nos queda
una garrafa de gula con su golosa excelencia
y danzas de la intemperie y algunos vuelos
e incluso, por excepción o extravío,
los músicos de Malí y las visitas al salón.
¡Y el mull cálcico, y el volcán dulce,
y la vaina prodigiosa del recogimiento!

Menos mal, aún insisten
el polen entre los sesos y la turbia bajo las manos
el fulgor de los retozos, y sus abusos,
y el postre amargo del vientre natural.
Y una morada amigable para estos verbos
que no aprendieron siquiera a rimar
y apenas liba el 2% de los borrachos.

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