Los unos y los otros
«... no tenemos talento, lo que nos pasa
es que no tenemos talento...»
Gonzalo Rojas
Semidioses o —diría— dioses
invasores del vacío, emperadores del éter,
de iris impar, inteligibles en la distancia.
De alquimia propia y levitación
brotáis en el estrépito de las derrotas
como súbitos, imparables, rayos X
que excitan la luz abisal de la utopía.
Antes, no más que anginas y palos de ciego
en el universo de la niebla;
después, el galope, la aguja
para la salvaje inyección del extravío,
los espasmos y la espuma
y el insoportable dolor del silencio.
Al final, erguido el suelo, su cuchillo de grafito
rasga el velo prieto del misterio.
Los mortales, estéril la esperanza
por formidable que fuese la quimera,
apenas conseguimos ver aquello que anteayer
acechaba la nuca del aliento.
Es tal como dices, Gonzalo verde, carencia
eso es que somos, y tierna credencial quizá;
logramos apenas hurgar, con sólo el índice
y la voluntad aguada, más bien tiesa que tenaz,
de nuestra sensata nariz, goteante.