Parada y cueva
Es limo la intimidad
en cuanto uno renuncia
cuando uno se resigna
cuando se esfuma el ciclo
y el latido ahueca más
en cuanto cruje el fondo
y todo es vaselina
cuando la sutil hambre
o la nada sutil sed
en cuanto el noviciado
se vuelve indiferencia
cuando cada mañana
se repite en otro hoy
cuando tu funámbulo
es alcanzado por el miedo
el polvo se vuelve imán.