Xoán Leiceaga Baltar

POESÍA

Proclama agobiante

Más bien digamos que sin rebuscar;
mejor que lo vociferen en los púlpitos:

«A efectos raudos de rapto,
con fémina dar quisiera
de genital mano izquierda
y bien dispuesta aprendiz al arte de vaciar;
el papel de la derecha es ser batuta de dama
para improbables sobrantes de munición. //
Hembra ha de ser aunque cabeza de luna,
cabellos de ángel cascada de luz,
manantial de aguas felices y escote torso
dinámico el horno y delirio el vientre. //
A poder ser, es mejor sin bautizar;
y, ¡mucho ojo!, la impudencia en exclusiva.
Es igual lo que antes fuere, incluso nieve,
mas ahora debe apuntar a ser líquida mujer
para fluir y verterse por mi urticaria
y si acaso usar aguja con hilo para las almas.
Ah, y que sacrosanta y seria pueda tragar
cápsulas verde-púrpura para el fervor
y para las letanías de los descansos. //
... Y así, hasta que nuevas locuras no queden,
humífero aparte, ese al que iremos saciados.
Con mi confianza y total desinterés, X.»

Apurémonos, se acerca el tiempo de los eclipses,
¿mas en cuál dónde solícitas candidatas?,
¿en cuáles las postulantes a mis virtuosos pecados
los del ara solitaria de mi penúltima luz?
¿En cuál dónde, aun tropezando los sesos
mas los órganos reconociéndose?

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