Xoán Leiceaga Baltar

POESÍA

Rosal

Durante mi era
he disfrutado
de esos tus dones
como un colibrí
y de la gala
de tu belleza
como un poeta.

Con tus sépalos
recubrí después
a mis espinas
como si acicalar
uno pudiera
la madriguera
de la amargura.

Hoy en presencia
de mi descenso
te agradecería tanto
que sugieras o toleres
o que me obsequies
con otro aquello
con un postrero
vuelo de cata
de monte y jungla.

Te ruego un favor:
sin luego un manto
rosa gritador
de una escena gris
a la eternidad.

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