Xoán Leiceaga Baltar

POESÍA

Y después está el humus

Si algo quedara, el silencio sería lo auténtico,
el vicario del Gran Solo en esta terrible Tierra:

que en lunes uno, diseñó el cincel y lo usó,
su gran errata, modeló el sol y lo encendió /
que al siguiente sol enseñó a tejer costillas
y creó los prismas, y se lució con colores /
el miércoles sol, hizo gallinas y calamares,
y recicló plumas y tinta para ordenar y censurar /
con el cuarto sol creó los verdes de engatusar,
e inventó los laureles de las aguas, y de la nieve /
en el quinto sol inyectó rabia al fenómeno natural,
sacudió con sus azotes al sentido común,
urdió la cuerda y amaestró a los moribundos /
sábado al cabo, desconectó el sol y viajó al oasis
a holgarse en la fermentación de sus certezas /

el domingo subió al globo y se olvidó del asunto;
y ahí sigue, escondido y con la luz apagada.

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