Al atardecer [i]
Uno ama a una isla,
siempre a la misma y cada vez a una.
Uno ama a todas las islas, todas en una,
mas cada vez de una en una.
Uno ama, en uno, a esos millones
de cuerpos islas,
a esos millones intensos
de aisladas naturalezas,
a la millonaria y densa versatilidad.
Uno ama, en uno, a esos millones
de enigmas anfetaminas,
verdes misterios de la esperanza.
Uno ama a la increíble ascensión
que consiguen de uno mismo,
y a ese aire juvenil que nos abraza.
Uno ama a una isla,
a su horizonte de siempre, y al de cada vez.
Uno ama a sus vuelos, todos en uno,
mas cada vez de uno en uno.