Xoán Leiceaga Baltar

POESÍA

Alegría de reclusión

Navegaré tu mar, me hundiré en tu mar,
buscaré ahí mi desnudez, en tu bello abismo,
iré cada vez más hondo,
más ignoto, más lejos de otras orillas,
hacia la inaccesible aurora
que cada día despierta en mí tu oleaje.

Desvestiré tus pálpitos, nadaré tu piel,
desde ti alumbraré resurrecciones
y brotarán los chorros de la entrega.
Bucearemos en el mar de lo intenso
con aletas de la oscura fantasía,
respiraremos en las ondas de ese lecho
sobre el colchón revoltoso de espuma.
Reposaremos en tu escarpada beatitud.

No es el eterno titilar de las estrellas
ni el azar de los vientos rumorosos,
ni lo aguda oscilación de tu pasmo:
no, vida remota, revienta tu fertilidad.

Me alzaré sobre el dolor de este parto,
lágrimas cantaré dulces
a esas olas que me empapan sin cejar:
¡Oh vos, mi limpia alcaide tierra del mar!

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