Xoán Leiceaga Baltar

POESÍA

Corales contra el gris

Mi cerebro es materia blanda, marchita,
u oportuna agudeza
que resurge en la sublevación de los líquidos,
cuando se encabritan
ante el asombro de tu misterio eterno.

En el hogar se reprime
con la sinrazón de las calmas aparentes:
la jovial ceniza de viejos gozos
y de equilibrios inquietos;
o en la tramposa pudicia
de la higiene desequilibrada, por ejemplo.
Ante la leña es siempre fuego, y arde
en los trapecios del ocio amañado
o en los concilios del cielo desierto.

En tu isla, plataforma de alzamientos,
se expande su ego, o su santidad,
en formato incredulidad o de ósculo furioso
o de blasfemia de nieve.
Así, a veces, puede ser feliz alergia, o serrucho,
que muerde la piel que lo acaricia,
o dócil rufián, que maltrata indócil a la sumisión.

Un gris planeta, al cabo, en tu arrecife encallado
y en tu nitidez de coral, se vuelve estrella.

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