Xoán Leiceaga Baltar

POESÍA

Indagaciones

Tu hálito espolea a la vela descosida de mi piel
y aquella púrpura bulle aún en los rescoldos;
pero el delirio, ay, mora ya entre las rocas del olvido.
¡Qué acidez en esa enorme longitud de onda!

¿Por qué no retornas a mis tormentos,
a mis gozosas espinas,
al doloroso misterio?
¿Por qué no escalas mi cuerda,
por qué no te me encaramas, vertiginosa?

¿Por qué tu arrojo ya no retoza en mis púas:
agitado el incienso de tu aliento,
encendidas las cascadas de tus arroyos,
inmutable la alegría en tu mirada rosa?

¿Por qué ya no te emborrachas con mi inmediatez,
eso tan aromático, y granítico?
¿Por qué tu sumisión no se ensimisma, ahí?

¿Por qué no, garfio, desgarras ya la perversión
de este reposo?
¿Por qué no, mansedumbre, lo traicionas
a traición?
¿Por qué no, placidez, descuartizas al fin
mi cataplasma?
¿Por qué no, buitre sobre mis despojos?
¿Por qué no, sencillamente, regenerada
me veneras?

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