Xoán Leiceaga Baltar

POESÍA

Isla tuya [xiii]: Despedidas

Tus manos afilan mi piel de gata
y, en ese fuego,
en eso tan incansable del agotamiento sumo,
revivo.
¡Cuánto decúbito supino, cuánto abierta
se exhibe el hambre
bajo la sábana de tus palmas!
¡Cuán orondos ahora saltan los rincones,
cuán osera sutileza en mis anzuelos
empeñados en abrírsete y brindar!

Mas tus armas giran prontas media vuelta
con sus selectas palabras estrechas
y, en la plenitud del juego,
te fugas.
Una vez y otra despilfarras universo,
elevas de nuevo mi cruz,
me devuelves la soledad
y, con ella,
la sonrisa del abismo.

Me atraviesa el escalpelo de los vértigos,
mi entraña se desgañita y
mercúrica me derrumba.
Así, cuna, entre la cumbre y el duelo amarillo,
entre el encierro colmado y el espanto de los mientras,
así, es la urdimbre del vacío.

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