Xoán Leiceaga Baltar

POESÍA

Quebrada

«Todos pueden matarme,
pero no todos pueden herirme.»

Antonio Porchia

Con este ahora
ya no puede ir más allá mi corazón.

Aquel día
fue tu tarea abatir la soledad.

En este hoy
bajo estas calmas desapacibles
mi función es concluir
con las danzas y la música de ayer
es beber
los alcoholes lilas y la nueva hiel
nacidos en aquel gozo
y emborrachados en este duelo.

Mas aún así
a esa flor del cáliz que te viste y abre
a ese estigma que desarma a mi fatiga
a los pétalos que me alivian del calvario
les pido un nunca

desinfectar de mi entraña tus cicatrices
amputarme la vibración de tu calvario
cercenar la púrpura inagotable
de la feliz mordedura.

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