Xoán Leiceaga Baltar

POESÍA

... tenaz la isla

Esa fémina inocente, y atrapada
—la veo luto, por su inocencia enterrada—
fugaz me arroja claroscuros dardos
de su cruz.
Relámpagos de retina
centellas de ínfulas aupadas a un recelo
anteojos de no atinar en el blanco inevitable
descarga de dudas untadas de rancia certeza
honda laringe de vocablos tartamudos
cuerpo que miente con su abrazo analfabeto
y desde su carne de reciente antimateria
besos a escondidas como si devotos versos.

Esa mujer medio inocente, medio atrapada
—me ve fe, bajo la tierra de mi evangelio—
gatea hasta el enigma de mi nube
mi ángel de guardia.
Ascendiendo
por los peldaños de mi sed, sin saber
que eran peldaños de su sueño
y que ese sueño era mi sed /
que la escalera era la luz.

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