Xoán Leiceaga Baltar

POESÍA

113

El caudal terco de tu venero
acrecienta en mis entrañas el frescor de ti.
Así paulatinamente se va colmando la laguna de tu mito.

114

Me encontraba en el hechizo de una gardenia.
Magnicida, ese aroma turbulento
me embriagó: eras tú.

115

Me empotré sobre tu carne, la acurruqué.
Y mi vértigo estalló sobre el abismo de tus convulsiones.

116

No sé cómo, mi yo, el de la móvil conducta
fue atravesado por la tentación de tus flechas danzarinas.
Mas sé cómo, mi yo, el de inmóvil vocación.

Volver