133
Como un afluente para estimular el remolino impaciente
oh amazona del latido terrible, así va tu ansia
hacia el único y paciente remanso.
134
Qué sana, desde aquella luz invisible va creciendo la armonía.
Suena y suena como la eterna chacona de Bach
y resuena original entre nosotros.
135
Licencioso es mi bogar por la abundancia de tus orinocos.
Me vendiera a tu demonia, la omnipotencia
y evadiera mi abordaje a la mar.
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Mi taumaturgia es modesta.
Debe esforzarse para restaurar tu evocación
y erradicar sus ausencias: ¡resucitar el deleite con la fe en Hades!