Xoán Leiceaga Baltar

POESÍA

37

Apréndeme te lo ruego, múltiples veces.
Con quemaduras
que así se aprende a jugar con el fuego.

38

Con la corona del desnudamiento, te ordenarás:
y, sibila ya, robarás cada uno de mis instintos para tu imperio.
Yo me arrojaré ahí, desnudo, hasta que un día, ya mantis, en ti me entierres.

39

Mi brújula insiste invicta en el mismo norte:
tu incansable fruta ardiente.

40

Mis manos no olvidarán tus estigmas
ni mis lenguas ni mis labios, ni los vestigios de mis carnaduras.
Tañerán antes, tus campanas a ceniza.

Volver