Xoán Leiceaga Baltar

POESÍA

Reflexión

Reflexión 1

La letra C

  1. Caballero Bonald, José Manuel (Jerez, España, 1926)
    (Premio García Lorca de Poesía 2009): Estos premios a mi edad te cogen un poco a contramano. Durante la juventud, cualquier reconocimiento te hace muchísima ilusión. Ahora todo tiene otro sentido.
  2. Cabrera Infante, Guillermo (Gibara, Cuba, 1929)
    Cuando uno lee un libro que le gusta, inevitablemente piensa en alguien a quién le gustaría leerlo.
  3. Calderón de la Barca, Pedro (Madrid, España, 1600-1681)
    Tuve amor y tuve honor. Esto es cuanto sé de mí.
  4. Calvo Serraller, Francisco (Madrid, 1948)
    (s/ Abbas Kiarostami): Palabras, que son gotas de silencio; imágenes, que son gotas de luz: destilaciones del alma poética de un artista.
  5. Camus, Albert (Mondovi, Argelia-Francia, 1913-1960)
    "No es la lucha lo que nos obliga a ser artista, sino el arte el que nos obliga a ser luchadores".
  6. Canetti, Elias (Rustschuk, Bulgaria, 1905-1994)
    … los rastros de experiencias, la honda herida incurable que, es condición imprescindible de todo gran y auténtico escritor.
  7. Casariego Córdoba, Pedro (Madrid, 1955-1993)
    (Poeta, precoz suicida): No me des un beso inteligente, no quiero un beso cruel.
  8. Cataño, José Carlos (La Laguna, Tenerife, 1934)
    ¿Escribir versos no era acaso un acto secreto, una voz tratando de contestar a otra voz?.
  9. Cavafis, Constantinos P. F. (Alejandría, Grecia, 1863-933)
    A algunos hombres les llega un día / en que deben el gran Sí o el gran No pronunciar. / Pronto se revela quién tenía / listo el Sí: y al pronunciarlo avanza / en sus convicciones y en su honor. / Quien dijo No, no se arrepiente. Si otra vez le preguntaran, / No, diría de nuevo. Y, sin embargo, aquel No –legítimo– / le abate el resto de su vida.
  10. Celan, Paul (Czernowitz, Bukovina, Rumania, 1920-1970)
    (A la muerte de su madre, ambos en el campo de concentración): Me sangró, madre, el otoño, me quemó la nieve; / busqué mi corazón para que llore, encontré el aliento, ay, del verano; / era como tú. / Me vino la lágrima. Tejí el pañuelo.

Reflexión 2

ENTREVISTA a J. ASHBERY, con mis COMENTARIOS

John Ashbery

El pasado sábado día 21 de noviembre El País, en sus páginas de cultura, publicó una entrevista con el poeta norteamericano John Ashbery (Rochester, EEUU, 1927), uno de los grandes de la poesía norteamericana y mundial de la actualidad, y que, tanto por el reconocimiento del que goza el poeta como por el interés de la propia entrevista, despertó mis papilas y me provocó el suficiente interés como para atreverme a hacer algunos comentarios a preguntas y respuestas, a los que no quiero llamar matices ni aportaciones para evitar malentendidos, porque ni mucho menos se trata de enmendarle la plana a un poeta que admiro sin más debate. Además, otro elemento de interés, el poeta JA ya tiene la edad de la sabiduría y uno no se resigna nunca a dejar de aprender; y agradecerle sus respuestas porque son mi oportunidad de reflexionar, o sea, aprender. Lo que si debo añadir es que lamento, avergonzado, tener que reconocer que no lo he leído suficientemente, ni voy a poder hacerlo en el corto plazo, aunque se haya convertido en el tercero de mi lista de prioridades, ya elaborada. La vida es así de dura. La entrevista me sorprendió, agradablemente, porque al contrastarla con mis puntos de vista veo más coincidencias que encontronazos, es decir, riqueza, por eso espero que os interese por sí misma más que por mis comentarios (breves, no se me asusten) y que si os parece incluso podéis dejar al margen sin graves pérdidas. Para no alargar el artículo innecesariamente he incluido las preguntas en las respuestas de Ashbery.

ash (Poeta / Entrevista, EP–09): "¿Qué une mis poemas en un libro? No concibo mis libros como una unidad, sino más bien como una estructura acumulativa. Lo que los une es que los he escrito en un mismo periodo".

xlb (Comentarios): Aquí aparece mi primer estímulo, pues por un lado debo reconocer que en la práctica es así como funciona también mi natural, al menos en gran medida (¿60%?); en cambio la marcha de mi experiencia me dice otra cosa, pues, si bien al principio de mi andadura yo pensaba casi únicamente en el poema que en ese momento tenía entre manos, aunque se fueran acumulando en el libro de turno (tal cual el párrafo completo de JA), siento evolucionando a pensar más y más en el concepto libro e incluso, últimamente, en el concepto corpus poético. No quisiera que este comentario se lea como discrepante ni mucho menos crítico; al contrario, es una manifestación de la riqueza que atesoran las diferencias. Además, uno primero intuye y después piensa, y la respuesta del poeta va por el camino de una intuición con la que coincido; el otro 40% lo provoca el pensamiento, y yo no sé porqué me presiono a mí mismo para aproximarme a otro concepto de libro como unidad. En suma, Ashbery me hace pensar y por ello aprender.

ash (Id.): "Cuando empecé no escribía con la aspiración de ser leído. Nunca he sido muy sistemático".

xlb (Id.): Aquí coincido al 100% en la primera frase, pero discrepo, de nuevo en parte, en la segunda, pues soy un creyente inocente del método. Probablemente se deba al hecho de haber comenzado a escribir muy tarde y por ser hijo de la objetividad provocada por tantos años con mi profesión tecnológica a cuestas. Me parece extraño este filo mío, eso de estar a caballo entre el método y la poesía, ambos a priori tan dispares. Pero, qué le vamos a hacer, uno es como es; y tampoco, pensándolo bien, soy tan sistemático.

ash (Id.): "Durante varias décadas enseñaba un taller de literatura y poesía. No era duro pero me creaba ansiedad, pensaba que no tenía nada que enseñar. Siempre sentía que no hacía lo que debía pero parece que los alumnos se divertían".

xlb (Id.): Aquí tendría que hablar de mis dos facetas, una la de profesor de ingeniería, en la cual las cosas me salieron más o menos igual que dice JA, excepto que no me creaba ansiedad alguna, sino placer (me refiero a los muchos años que preceden a la fatiga final). Y otra la de la dedicación a la poesía; y en ésta, debo indicar que mi opinión sobre la credibilidad de los talleres literarios está bajo cero. Por mucho que se diga, no creo que la creatividad se pueda enseñar; método sí, pero de la inspiración dudo. Pero a la vez me surge otra duda, porque es el caso de darme cuenta de que, por término medio, en cada poema (vamos, en los que uno cree que valen la pena) hay algo así como un 20% de inspiración y el resto es trabajo; ¿o estoy midiendo sólo cantidades, cuando hay que medir calidades? Si tomamos el tiempo invertido como medida me quedo con ese dato, aunque no lo vea como esencial en poesía. Pero repaso y me digo que también el trabajo es importante, pues detrás de la mayoría de los buenos poemas hay mucho trabajo; y puesto que el trabajo tiene mucho que ver con la combinación de disciplina y método, ¿cómo resuelvo mi duda? No la resuelvo.

ash (Id.): "También hice de crítico y periodista. El periodismo me ayudó porque escribía para el público en general y debía hablar de arte de forma que el lector hiciera su propio juicio. También me enseño a prestar atención, y eso es una de las cosas más difíciles... Aprendí a perder el pánico a la hoja en blanco. Pude superar las inhibiciones, la constante fuente de ansiedad que supone escribir y tener que preguntarte qué y cómo".

xlb (Id.): Aquí tengo poco que decir, porque nunca hice de crítico ni de periodista. De teórico un poco: es lo que estoy haciendo ahora, seguramente porque soy un atrevido irresponsable, puesto que no me encuentro en absoluto preparado para ello; en todo caso, asumido el plano seudoteórico, reconozco que me parecen muy oportunas y correctas las dos frases claves de JA, la de aprender a prestar atención (¡ojalá yo pudiera resolver este problema tan grande que tengo!) y la de perder el pánico a la hoja en blanco (¡ojalá pudiera resolver este problema que no creo que se pueda resolver!). Pero aparte de que yo no pueda, estoy de acuerdo con él.

ash (Id.): "Me sigue ocurriendo. Uno siempre vacila al escribir poesía. ".

xlb (Id.): No tengo la menor duda en esto. Yo siempre vacilo, vacilo esencial y coyunturalmente, soy pues un vacilón y no creo que haya quien me gane en lo de vacilar (y en esto sí que no tengo duda).

ash (Id.): "Al principio escribía a mano, pero en los setenta empecé a escribir versos muy largos, del tipo Whitman, y perdía el hilo de lo que escribía. Pensé que la máquina de escribir podría ayudarme y así fue. Me divierte escribir así... la resistencia de las teclas es muy inspiradora".

xlb (Id.): Descuerdo completo e incomprensión acerca de los versos largo, pues no siento que tengan nada que ver con el asunto ese de la forma de escribir. Mi práctica es otra: a) borradores a mano o alguna vez mentalmente; y b) las revisiones, retoques, pulidos,…, en el computador sistemáticamente. Para todo lo que sea repaso, veo la mayor flexibilidad y docilidad del computador sobre la máquina de escribir (a veces, la mano ayuda más, pero sólo a veces, cuando uno se quiere desentender del brillo de la pantalla); y además está su carácter medioambiental (no se gasta tinta ni papel). No se entienda esta discrepancia como una crítica sino, al contrario, como muestra de la maravillosa diversidad, sin la cual el mundo, ya molesto (¿insoportable?) de por sí sería, ahora sí, insoportable.

ash (Id.): "Creo que la poesía es una herramienta para explicar lo que estoy sintiendo, para decir «esto es lo que me acaba de pasar y esto es de lo que de verdad va la vida»".

xlb (Id.): Ahora la coincidencia es plena. Lo asumo como si fuera mío y ejerzo de mudo.

ash (Id.): "La lengua que me rodea, el habla de la calle... eso es lo importante. Me resulta muy interesante y conmovedor ver cómo los americanos intentan comunicarse y fracasan. Creo que no hablan como otra gente, se atascan más y a veces no acaban las frases, las dejan en el aire para que otro complete sus pensamientos. Eso también ocurre en mis poemas".

xlb (Id.): En este asunto no discrepo, sólo reconozco que mi natural es diferente. Seguramente es que yo soy un elitista intachable, por eso no escucho o escucho poco. Lo cierto es que no creo que haya tanto que escuchar, y menos por la calle, pero admito que es más probable que sea el que tiene las de ganar; es, sobre decirlo, más sabio y tolerante que yo. Yo me inclino más hacia el lado del silencio y de la soledad, aunque consciente de que una cosa (la de JA) y otra (esta mía) son compatibles. En suma, que de nuevo cada uno es cada uno.

ash (Id.): "La reinvención de la lengua en EE UU es frenética, con acrónimos y expresiones que se inventa a diario, se ponen de moda y se olvidan. Somos la civilización de lo desechable".

xlb (Id.): Acuerdo total en esto, todo lo que es frecuente o rápido es fugaz. Y también, como él bien dice, «somos la civilización de lo desechable». Y así le va al mundo, y así nos va a los humanos, y a los no humanos.

ash (Id.): "La música dodecafónica impide que haya un tema predominante. La poesía me llega como la música, puedo escucharla antes de saber qué está diciendo. Como la música, la poesía sigue sus propias formas y te lleva a un sitio determinado, si es que no estás allí ya".

xlb (Id.): Opino lo mismo que él, pero no con la música dodecafónica —lo lamento pero no tengo la menor experiencia con ella, por eso no opino sobre si me parece correcto o no, pues no tengo ni idea— sino con la música clásica, especialmente la barroca, especialmente Bach, especialmente todas las obras suyas y sus compinches hasta Beethoven… Mi disposición poética, o sea lo que intento, es buscar la armonía y no creo que esto haya sido superado por los músicos que llegaron después —aunque también habría que añadir algunas músicas de las llamadas populares o étnicas bien estimulantes—. ¿Ay, Señor de los señores, qué ignorante y atrevido soy!

Queridos amigos, al revisar en mis viejas notas, frecuentemente desprovistas de interés, pero alguna vez no, me encuentro con tres observaciones más del mismo JA, pertenecientes a una entrevista anterior (creo del 2007) en dos de las cuales precisa más sobre este noviazgo homosexual de poesía con música. No haré apenas comentarios. De nada.

ash (Entrevista, Babelia–07): "Ese tipo de experimentación, consistente en crear sin tener la menor idea de cuál va a ser el resultado final, siempre me pareció muy atractivo y hasta hoy sigue siendo uno de los principios de mi creación poética. Mientras doy forma al poema no tengo la más remota idea de qué puede surgir, qué es lo que va a quedar escrito al final".

xlb (Id.): Esto merece un diez, por su ingenio y rigor, porque es cierto eso de que uno no sabe adónde va a llegar y eso forma parte del atractivo sin par de la poesía.

ash "La música tiene su historia que contar. Cuando uno termina de escuchar una obra musical siente que ha vivido una experiencia temporal de signo lineal. Con la poesía ocurre lo mismo. La experiencia poética no se da de manera instantánea como cuando se contempla un cuadro. La música sigue su argumento, pero se trata de un argumento de orden no verbal. Se puede hablar de sentido, pero es un sentido exento de palabras. Todos experimentamos algo así cuando escuchamos a Beethoven. Creo que eso es también lo que yo busco: intento expresar verbalmente algo que propiamente sólo se puede comunicar de modo no verbal".

xlb (Id.): Es cierto eso y lo comparto al completo, pero también hay otro aspecto de importancia similar, también común a música y poesía y es el de la no linealidad. De hecho, creo que serían aburridísimas ambas artes si fuesen exclusivamente lineales y para no serlo deben ser y seguir siento lineales y no lineales, a la vez. El aspecto lineal lo deja claro JA, pero ?por qué no lineales? Pues porque detrás de cada palabra, de cada verso, de cada estrofa, de cada poema, de cada libro, se abre un abismo de infinitas posibilidades inagotables, algo así como un abanico inconmensurable de oportunidades de crear belleza; y es la obligación del poeta y del músico, acertar con la óptima. Y de las contradicciones, ésta y otras, viene su enorme riqueza.

ash "«No tengo nada que decir y lo estoy diciendo y eso es poesía». Esa cita de John Cage resume perfectamente mi manera de sentir. Por supuesto, el compositor no se siente constreñido por la necesidad de tener que decir algo, puesto que no maneja ideas o conceptos. Pero el paralelismo con lo que ocurre con mi poesía es válido, en el sentido de que lo que estoy diciendo lo digo después de darme cuenta de que no tengo nada que decir. Es en ese punto cuando uno empieza a resultar interesante".

xlb (Id.): Esto es lo que me parece más interesante de todo lo dicho en estas líneas por el bueno de Ashbery; tanto es así que me deja desplumado, sin nada que añadir.

Espero haber despertado un poco de vuestro interés y haber contribuido al aumentar el encanto de la poesía, Xoán

p class="centrado">Xoán A. Leiceaga Baltar, Abril de 2010